23/5/12

Poema de Cecilia Glanzmann


Desamparo

El frío me desapacigua las manos
la carne
el embrión del ser.

Huelo el lamido del viento
sobre las espaldas del mar sobrecogido
sobre las espaldas ateridas de la gente
..... no hay para ella gas ni luz
.....los leños escasos están muy húmedos
.....las chapas se descobijan
......... para encender el fuego
.............en la ciudad que avanza...

El desamparo del hombre
me desapacigua las palabras
y una ironía acre
dibuja insistente
la compasión deshabitada
en este siglo veintiuno.

La compasión respira
sin embargo
en el abedul pródigo
y calienta las manos de la gente.

© Cecilia Glanzmann

6 comentarios:

Blogger Raquel Graciela Fernández ha dicho...

Desgarrador, pero a la vez lleno de esperanza. Muy bello.

24 de mayo de 2012, 18:44  
Anonymous milagros rodriguez ha dicho...

Siempre hay "otra mano" gracias a Dios

24 de mayo de 2012, 19:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David A. Sorbille dijo...
Estimada Cecilia: un poema muy especial. Te felicito.

25 de mayo de 2012, 20:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bueno, Cecilia, una pintura de sufrimientos cotidianos y la apuesta al amor incondicional de un abedul, un abrazo, María Chapp

26 de mayo de 2012, 14:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La imagen ya anuncia el desamparo sin embargo asoma la esperanza en el final; muy logrado.
Abrazos
Betty Badaui

28 de mayo de 2012, 23:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En el poema se vislumbra una sutil esperanza , la que siempre asoma luego del vendaval

maria elena tolosa

31 de mayo de 2012, 19:44  

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