17/1/12

Poema de Miguel Oyarzábal



EL FONDO DE LA NOCHE

Cómo no navegar hasta el fondo de la noche
playa de acantilados ambiguos
y mareas de límites dudosos
donde los relojes se detienen
o simplemente ya no importan.
Cómo no dejarme ser, al garete,
cuando es el horizonte preciso
para igualar los sueños de los chicos de la calle
con los sueños de todos los chicos.
Cómo no recalar en la hondura de la madrugada
si lo habitan el asma de las prostitutas y la verdadera poesía,
porque se puede hacer el amor
o escribir por oficio,
pero cuando está a punto de descolgarse el alba
y mientras ellas, las putas, las palabras,
arañan los sueños que no alcanzan,
la sangre desborda el costado izquierdo del alma,
y hecha poema,
dice al hombre que le duele.

© Miguel Oyarzábal
Foto: Gustavo Tisocco

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Ay Dios, Miguel!
Cuánta belleza la de este poema, cuánta verdad!
Te aplaudo.

Un abrazo,

Alicia Márquez

20 de enero de 2012, 11:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísimo poema, Miguel!.Uno puede tocar la desolación, ese punto en el cual todos nos parecemos, porque igualmente sangramos.Qué paradójico que pueda ser precisamente esto lo que nos pone en contacto con lo más profundo y fértil de la vida si no rehuimos "navegar hasta el fondo de la noche".
Lo disfruté mucho!
Un abrazo
Amalia Zacoutegui

30 de enero de 2012, 13:14  
Blogger Rosa Lía Cuello ha dicho...

Hermoso poema Miguel, cuando las palabras duelen porque en realidad duelen las injusticias cotidianas.
Abrazo
Rosa Lía

1 de febrero de 2012, 18:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Estupendo poema, Miguel. Me subyugó. Y pensar que casi me lo pierdo. Un fuerte abrazo.

Jorge Luis Estrella

2 de febrero de 2012, 21:16  

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