15/11/11

Poema de Claudia Tejeda


Cadáver de vela

La llama cava un abismo en la parafina
un boquete blando de luz consumida.

Desciende el fuego por un itinerario de pabilo
y es una pequeña garra azul dorada
que agoniza en el eje de un charco derretido.

Su último brillo gime
antes de apagarse para siempre en esa vela inutilizable
que debe parecerse tanto al alma después de los desamores.

Y uno cree que reemplaza las candelas
cuando en realidad el fuego nunca es el mismo

Mi corazón de cera bien lo sabe.


© Claudia Tejeda

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Me encantó,Claudia querida

15 de noviembre de 2011, 19:53  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Me impactó porn su claridad, simpleza y originalidad.Muy logrado. Bravo!...
Marta

15 de noviembre de 2011, 22:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Te cortaron la luz amiga? ja ja...
Ahora en serio, qué decir, cuando se habla de velas recuerdo a Kavafis, pienso en lo mucho que tiene que ver con el tiempo cuando se apaga, con nuestro corazón de cera, y esa sensación de final comparable con el alma después de los desamores. Pero que manera siempre original, sutil de decir Clau. Un abrazo

Lily Chavez

16 de noviembre de 2011, 13:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Querida Claudia: singularísimo poema. Un abrazo.

16 de noviembre de 2011, 22:45  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Qué comparación, niña, muy original; es tan grato sorprenderse con la lectura, te felicito, va un abrazo
Betty

17 de noviembre de 2011, 20:54  
Anonymous Eduardo Chaves ha dicho...

Claudia
un poema que es una gran metáfora, la vida misma dibujada en cada imagen, el transcurrir por el tiempo hasta que el último brillo nos apague. Eduardo Chaves

18 de noviembre de 2011, 17:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Maravilloso simil en un poema que me super encantó. Gracias, Clau.

Jorge Luis Estrella

19 de noviembre de 2011, 12:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una bellísima omparacion ,dando forma y sentido a un bello poema

maria elena tolosa

19 de noviembre de 2011, 18:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

bella y delicada metáfora comparable con la propia vida. admiro muchísimo la dulzura y la sutileza de tu palabra. un abracito. susana zazzetti.

21 de noviembre de 2011, 9:34  
Blogger Liliana ha dicho...

Maravilloso. Qué buena comparación.

25 de noviembre de 2011, 0:32  

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