29/10/11

Poema de Moni Indiveri de Vega


” . . . el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol,
y se le permitió quemar a los hombres con fuego . . .”
Apocalipsis 16, 8


con solo extender el brazo
lograba el cambio
placentera se hacía la estancia

intramuros la frescura

el verano y su fuego
la dualidad era la forma
frías bocanadas contra chorros asfixiantes

como si un dragón
de siete cabezas
lo exhalara por sus fauces

y fue uno
y fueron muchos
incontables

arañada la capa azul
otro fuego se filtra

lastima las distintas formas
de vida
y también al planeta

© Moni Indivei de Vega

1 comentarios:

Blogger El árbol José Enrique Ramírez ha dicho...

Moni, no hay fuego más puro pero a la vez más dañino que nuestro propio fuego, todo depende de la naturaleza que lo active, si es negativa o si es positiva. Un saludo.

31 de octubre de 2011, 14:01  

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