17/9/11

Poema de Jorge Ariel Madrazo


ESTA taza de café ¿será, tal vez,
Una común taza de café? ¿No es
Más bien un breve ídolo circular
Sumamente incomún
Incendiándose en un fuego no visible
Entre tu mirada y la mía? Esta

Rara taza de café
¿No será un salvavidas
Que nos ate al pervivir
Mientras alrededor
Seres llamados personas
Gesticulan, ríen, aman
Se toleran muy amablemente
En torno a raros recipientes de vino o
Café?
¿Cómo seguir no diciendo
cuanto no digo? El café
habla por su propia boca
Y la noche de pico de cuervo
Desciende con todas sus guitarras
Y quizás diría palabras
Pero sin pedir permiso las susurran
En mitad de la noche adolescente
Esta taza
Este mundo de rojo café

.............a M.S.E.

© Jorge Ariel Madrazo

10 comentarios:

Blogger Nerina Thomas ha dicho...

qué grande!!
Me encantó. Un abrazo

17 de septiembre de 2011, 22:09  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Qué grande!!
Cuánta cosa similar he vivido!!
Abrazo

17 de septiembre de 2011, 22:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

exquisito!!
susana

17 de septiembre de 2011, 23:55  
Anonymous andrea pizzella ha dicho...

Hermoso poema, me encantó
Un abrazo
Andrea Pizzella

18 de septiembre de 2011, 17:04  
Anonymous milagros rodriguez ha dicho...

Una taza donde el poeta babea palabras sin pedir permiso ni al cafe ni a la noche

18 de septiembre de 2011, 21:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

por eso prefiero el mate! me encanta tu mirada sobre esta taza de cafè y mundo humeante que revuelve tu cuchara.

Un abrazo!


claudia tejeda

19 de septiembre de 2011, 19:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me viene más que bien este poema Maestro. El 28 hay un evento en Córdoba llamado Tomamos un café? y elegimos poemas de autores que hablen del tema. Me lo llevo y su voz poética será escuchada en suelo cordobés, para mí será un halago leerlo. Un abrazo Jorge!

Lily Chavez

20 de septiembre de 2011, 8:36  
Anonymous eduardo.s.chaves@gmail.com ha dicho...

Jorge
un mundo cabe en una taza de café, un historia completa se disfruta con el aroma rotundo mientras la melancolía nos inunda el corazón. Muy bueno. Eduardo Chaves

23 de septiembre de 2011, 11:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Amalgama oscura,
liquido
donde se pierde la
mirada
emoción
palabra acallada.
Pozo de sombras
perfumado,
caliente y prometeico,
resurgiendo
en las noches
para ser después
cofre de susurros abierto sobre
la linea del amanecer.
Me pregunto
qué haríamos sin tu retórica
de silencios.
Qué haríamos
sin tu íntima promesa.
-----------------------
Tá güena esta payada Jariel!!

Bellísimo tu poema del café. ¡Tan perfumado y tibio!

Susana Giraudo

23 de septiembre de 2011, 11:58  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Querido Jorge, me encantó tu poesía cargada de cafeína y esperanza, es todo lo contrario a "El último café". Se me hace que ese extraño recipiente circular contenía el preludio de algo inolvidable.

23 de septiembre de 2011, 12:15  

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