Poema de Miguel Oyarzábal
SIESTA
En la sala de espera
una poesía duerme la siesta.
Al amparo de los paraísos la estación está a salvo;
el paisaje local,
descansa recostado contra las lomas del oeste;
el aire, cuidadoso,
se guarda de no incomodar al silencio
y deja a las nubes donde están;
sólo algún perro taciturno
se atreve a cambiar de lugar de vez en cuando.
El carguero hoy no viene
y el rápido no pasará hasta después de la cena;
así que el cambista
desde su condición de cambista
duerme la siesta,
el guardabarreras se siente guardabarreras
y duerme la siesta,
el jefe se sabe jefe
y tranquilo duerme la siesta,
y el poeta del pueblo
seguro de haber escrito a la poesía definitivamente,
también duerme su siesta a tragos largos.
Pero yo,
que soy el otro costado de la poesía,
ni siquiera puedo simular el sueño:
saco a la tarde de la tarde y tomo por asalto el andén,
desato la campana que está junto a la boletería
y a badajazos limpios
rompo las ventanas,
doy vuelta los bancos de la sala para que no queden dudas,
despierto a la poesía que sueña con ser despertada
y me voy con ella de la mano por la vía,
que no está muerta
© Miguel Oyarzábal
5 comentarios:
Magnífico poema, Miguel.
Como todo lo que escribís.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Maravilloso poema!!
bello como usted Miguel!
un abrazo
claudia tejeda
Miguel, simple, me gusta tu poesía, fue muy lindo descubrirte a través de la voz de Jonatan, fue muy lindo después cuando tu poesía se hizo mía, de todos. Bella, bella!
Lily Chavez
QUERIDO NAVEGANTE DE PRADERAS:
seguis demostrando que Ella esta
en buenas manos,que ha elegido
bien la Reina de la tarde.
UN FUERTE ABRAZO AMIGAZO de LA
ALONDRA PLATEADA y OSO BUENO
PD esperemos te curen la Paloma y
puedas contestar.
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