Jorge L. Carranza comparte a Oliva/Tejerina
Una casa de cristal, señor
dame una casa de cristal.
Dame, señor, una casa
liviana, que brille
con el sol. Una casa
sin peso, sin historia
de la que no
pueda
escapar,
de la que no
quiera
escapar.
Dame, señor
una casa
que no sea frágil
y que no importe
cuando se rompa.
© Eloisa Oliva
Virgen del silencio
Virgen del silencio
apaga
el ruido del mundo
que hay en mí.
Deja
que la luz descanse
deja
que se aquiete el verbo
deja
que se hagan planicie
la montaña y la fe.
Dame
la penumbra donde
lava su lengua el sonido
y bebemos, secos,
la leche
de antes del amanecer.
Virgen del silencio
agrega
curvas a mi camino
y badenes
donde mojar mis pies,
y apaga
el ruido del mundo
que hay en mí.
© Lucas Tejerina
Etiquetas: Jorge L. Carranza
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