15/11/24

Poema de Margarita Ardengo

 

 

desde la más alta escalera

estuve mirando la urbe y su gente

yo quería ser la Santa

que al acariciar los muñones

de aquellos dolientes

les hiciera brotar manos

piernas

brazos

alas

 

una antorcha en la niebla

quise ser

 

así descendí tocando las cicatrices

hechas por trenes, sierras,

granadas, bombas y máquinas

 

pero sólo fui la niebla y su deseo

 

© Margarita Ardengo

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