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14/6/20

Romina Funes recuerda a José Emilio Tallarico



Pequeño Amor

Tu dedo allí
no es tu dedo allí
no te creas

es el tajo del aire y su incisión inversosímil en la piedra
que se despierta
abre los párpados
y ve

descubre la cuestión intimista de su condición de piedra
el ojo trémulo de un gallo en el viso de su lomo
razón primera y última de su cacareo profético
la piedra queda piedra
brillante su lomo abierto

pero yo te miro y te digo que tu dedo allí
no es tu dedo allí
no te creas 

es el trozo suelto de mi fruta
lima sigilosa que raspa
y enloquece

yo te miro y te digo
que así podés      podrías
que tu dedo allí no es tu dedo allí
sino la negación del mordisco
que de tanto recato       se priva del jugo.

© José Emilio Tallarico




I

Entre la predicción y el relato
se yergue una mujer de sal.

Seremos perpetuos satélites
de su ojo imantado.

II

Ése es el vientre oscuro del cetáceo: respira.
Más allá, Diógenes, en cuclillas,
posa junto a una higuera fantasmal.
Victoria de Samotracia salmodia dentro de mi cerebro.

En un grillete todavía hay restos de sangre de Villon.

¿Se ve algo más? 

Llamamos perspectiva a los trazos que extravió la verdad
cuando venía hacia nosotros. 

© Romina Funes






3 comentarios:

  1. Gracias por este hermoso poema de Tallarico que no conocía, me encantó!

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  2. ¡Oh!, advierto poema de Tallarico, a quien también yo he elegido para recordar en Mis poetas contemporáneos.


    R.

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  3. José Emilio Tallarico: Precioso poema, la belleza de un íntimo momento.
    Romina Funes: gracias por la magia de sus letras.

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