ELEGÍA PARA MI MADRE
Era verano entonces
y en piadoso ademán
acaso florecía el agapanto,
pero tus ojos, madre,
yacentes en un pozo de penuria,
eran sólo un rumor,
un río seco,
cuencos de oscuridad y de agonía
en los lerdos instantes con que el tiempo
iba cargando muerte sobre muerte.
Tiritaba tu sangre deseosa de la vida
y había que partir porque era invierno
en tu antigua mirada, en tu clepsidra
aunque el sol arreciara sobre los verdes
brotes
tan bien amanecidos, tan eternos
como el viento, la lluvia y las arenas.
No querías partir,
y no mientras la vida temblorosa
levantara frutales con voluntad de acero,
cargara sus ramajes de sagrados verdores
y aun cuando el otoño prometiera
el limo amarillento y la hojarasca.
No querías partir
pero la vida, madre, es forastera.
© Long-Ohni
LA COMPARSA
Mienta, mienta, que el cuento quedará,
grita la comparsa de los sueños rotos.
Y allá va entonces, con el mástil alto y
las patas cortas.
Que no importan,
porque la huella marcará el barro lo
suficiente.
Mienta, mienta, que el cuento quedará,
alientan los carteles de la ciudad hueca.
Y allá va entonces, con la lengua larga y
la boca abierta.
Que no importan,
porque mosca y susurro, pronto se volverán
uno.
Mienta, mienta que el cuento quedará,
aúllan las sirenas de la odisea turbia.
Y allá va entonces, con la oreja alerta y
el cuerpo suelto.
Que no importan,
porque en mar revuelto emergerá la escoria
justa.
Por eso, mienta, mienta, mienta.
Haga su parte.
Total, la verdad no es una casa bella donde
vivir feliz.
Sólo es historia, tallada por hombres y
plagada de tumbas.
Historia.
Que no importa.
Porque con las patas cortas,
la lengua larga
y el cuerpo suelto, siempre creerá mejor
tragarse el cuento.
© Leny Pereiro
ResponderEliminarLong Ohni: La vida, creo, ha sido siempre forastera a punto de partir. Magnifico poema.
Y siempre el cuento encontrando quien lo crea y repita, porque a veces… es historia.
Yo también adoraba a Silvia... Una pérdida enorme...
EliminarMuchas gracias por pasar y detenerte también en mi poema
Cuánto la extraño a Long, como la llamaba. Gracias por recordarla.
ResponderEliminarTu poema: aplausos
Abrazo
Elisabet
Uff.. yo también Elizabeth, yo también la extraño.
EliminarY muchas gracias por tus palabras a mi poema. Abrazo enorme
Dos estados de alma y sus certezas en estos poemas. Gracias, Leny. La poesía se duele y se indigna. Abrazo. Verónica M. Capellino
ResponderEliminarVero querida!!! Un placer que hayas pasado por acá y leido los poemas. Gracias por tus palabras ♥️
ResponderEliminarBello homenaje, hermosos poemas!
ResponderEliminarBesosss