2/12/25

Poema de Rogelio Ramos Signes

 


Un domingo sin tiempo para ponerse triste 

 

Llegaste como quien llega tarde a una fiesta de otros

o a un velorio, o a una reunión de consorcio

en la que volverá a hablarse de lo mismo.

Llegabas con la blusa que no te gusta,

con la falda que frunce hacia un costado,

con las pocas ganas de quien sabe que terminará discutiendo.

 

Como quien lleva al veterinario una mascota ajena

nos cruzamos en la puerta y te encontré hermosa.

No te lo dije, por supuesto. Decir eso, hoy, significa acoso,

pero sé que te quedaste esperando una palabra amable,

¡guau! un ladrido humano, una mirada de esas que convierten

la tristeza de los domingos a la tarde en agua de deshielo

que salta cristalina sobre las piedras ardidas por el sol.

 

Esa noche me llamaste por teléfono.

Nunca supe cómo conseguiste el número, ni te lo preguntaría.

Sólo recuerdo que dijiste “antes era mejor”,

y por primera vez estuvimos de acuerdo: antes era mejor.

 

© Rogelio Ramos Signes

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio