Texto de Daniel Gayoso
EL ESPERADO
Aún, en el ardor del día, te ves llamando a esa misma
casa, fresca de jazmines. Uno a uno, los rostros aparecen
sonriendo levemente y una mano te guía al diáfano
interior. Nada más sucede, porque al instante la visión se
esfuma. Pero algo, una vaga dicha, se demora. Como la
íntima fe de que otra vida, misteriosa, nos es dada.
© Daniel Gayoso
Etiquetas: Daniel Gayoso



0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio