14/9/25

Poema de Aníbal Costilla

 

 

CARAS DEL AMOR

 

Aquí falta el amor.

 

Los perros callejeros

cruzan delante de los vehículos

pero si los chocan no mueren,

resisten,

como la luz velada

por las plumas sangrantes del verano

cuando no hay lluvias

y todo parece a punto de estallar.

 

En las plazas

los colores vomitan aceite y caramelo.

Las hamacas se mecen,

la risa de los vendedores

vierte gotas de azúcar,

alas que la siesta endulza.

 

Las madres jóvenes se rascan el vientre

en señal de languidez

y en el centro del escenario se revuelca un niño

con aspecto de flor herrumbrada,

polvo que muge el viento.

 

Aquí faltan ancianas,

y a los domingos le sobran minutos.

Ellas sabían predecir el futuro

con sus caras devotas:

era un tiempo para todos. Se podía vivir,

no existían aún los espejos,

el tiempo era un metal sin llamas.

Los adolescentes demoraban promesas

hasta las próximas vacaciones.

 

Definitivamente,

aquí falta el amor:

desde aquí puedo ver cómo se pudre la tarde,

su cadáver es un perro destripado en la cuneta,

allí seguirá todavía,

hasta que los gusanos críen pelusas

sobre el pavimento.

 

Pero, ¿qué nos conforma?:

 

por las noches, cuando el hambre de amor

asciende hasta la garganta

el humo de los desperdicios

ensombrece la mirada

y lo que refleja cuando las cosas callan.

 

Nada hay aquí,

sin embargo, no se puede morder la cáscara

de la manzana podrida,

adentro hay un corazón sucio,

empuja los hedores

con la nostalgia nutricia de la carne

del llanto primero.

 

Falta la luz,

las calles aúllan a una luna

que no puede ver.   

 

© Aníbal Costilla

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1 comentarios:

Blogger Cristina Noguera ha dicho...

Anibal, linda tu poesía!!!

14 de septiembre de 2025, 14:45  

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