14/9/25

Poema de Griselda Rulfo

 


NÁUFRAGO


Hombre a la deriva

bajo el sol del atardecer

el sol que ya no arde.

 

Una y otra vez

desconsoladas olas arriman a la playa

restos del naufragio.

 

La sal agrieta los labios

la sed taladra la esperanza.

 

Sin palmeras que den sombra la cabeza hierve

– también de pensamientos -.

Rostros y nombres

que los días borronean

al igual que la esperanza.

 

El hambre atormenta

la soledad es bestia ruda

y cada mañana un reverso hacia la nada.

 

Talla una cruz diaria

en la tabla que trajo una ola

a la isla cárcel.

 

Imposible escribir la historia de la ausencia.

 

No quiso estar ahí.

               Pero ahí está.

 

© Griselda Rulfo

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