19/7/25

Poema de Teresa Palazzo Conti

 


         “… no basta un solo cuerpo para albergar sus noches,

                                       quedan estrellas fuera de la sangre”

                                                                   Eugenio Montejo

 

 EL REFUGIO

 

Con la voz de la sangre, con el pelo confuso,

entre las tristes cosas de las mañanas tristes,

un calendario corre

sobre las máscaras aparentes.

 

Las copas y los besos

se tendieron al sol.

 

Busqué en la tierra negra,

en las estrellas desoladas;

desenredé las crines de otros alazanes

que en el viento relinchan;

que galopan la pena categórica

sobre la nube fértil.

 

Los surcos y los tordos

se tumban

en los verdes ojos de la hierba verde,

y yo, muñeca articulada,

muevo las manos,

mariposas de tedio;

lavo mis piernas enrojecidas,

y hurgo en casilleros amarillos

un atisbo del árbol

que guardó para mí

el columpio y la sombra,

el abrigo y la savia espontánea en mis preguntas.

 

© Teresa Palazzo Conti

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