20/6/25

Elena Garritani comparte a Boiero/Schajnovich/Brousse

 


Rojo Lunar

 

Un hechizo petrificado en la xerografía del ceibo

cuando florece espinas de árida maleabilidad

otoñado en sangrías espumantes de gloria y duelo;

Enraizado en rosetones de arácnida avaricia y desolante ocasión,

el ceibo y su esperanza se someten

a la lengua plena

exenta de pertenencia y de exterioridad,

desenvolviendo sus musculosos laureles

en una bestial visión.

Un rojo lunar

desertor

pena calurosa de un claustro de ángeles

desfondado

absuelto de los vaivenes biológicos del conflicto

fatalizado rojo lunar.

Entonces la lengua vuelve sus ramales con temor

al reconocerse una futilidad que solo es propia de la quietud.

 

© Facundo Boiero


 

Un mundo para que el amor no muera

 

 Ese amor no merecía morir, entonces le inventé

un mundo para que pueda seguir viviendo,

aunque sea en mí.

Ese amor murió (el posta, qué se le va a hacer)

Pero la copia fiel habita en un lugar profundo mío

 (¿qué es la profundidad en un cuerpo?)

Hay algo que viaja por el torrente sanguíneo,

Espasmo, plaquetas, grasa.

Hay algo que no se sabe qué es ¿vieron?

y que late hasta que no.

Como ese amor de holograma que sigue viviendo

por capricho,

porque creo que no merece morir.

Pero ya está.

Vive solo un poquito, en un circuito cerrado humano,

en un sistema nervioso, en una fragilidad andante

 

© Eleonora Schajnovich


 

Puertas del círculo

 

Abrir las puertas

del círculo,

             implicar el desconcierto

             en cada cerradura,

que entren el mar

y sus gaviotas,

caireles de espuma,

oxígeno de peces,

               repartir la sal

               en copas de almíbar,

bucear la espesura

del desorden,

                la corriente que arrastra

                y transforma.

Entonces,

en la nervadura de su diámetro,

el poema, su respiración.

 

© Miriam Brousse

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio