Poema de Nancy Montemurro
LÁPICES
En una tarde de lluvia,
nuestra infancia.
Mi hermanita y yo
con un papel y un lápiz,
sentadas a la mesa de la cocina,
dibujábamos algo
que no recuerdo ahora.
Una casita, la misma lluvia,
o tal vez un arco iris
porque el cielo comenzaba a clarear.
Entonces entró mamá
con un paquete envuelto
en tela de algodón
atado con hilo sisal,
sacó los lápices de colores
de cuando ella iba a tercer grado
en la escuelita José Pedroni,
de Sandford.
No venían de la abundancia
sino de la guarda de las cosas preciadas,
porque hay poco y no hay para todos.
Eran un tesoro
que pasó de sus manos
a las nuestras para continuar el color
de una niñez que se cortó temprano.
Sentimos el olor de la madera
añejada en el recuerdo,
el olor de su aula y su banco.
Ella que no pudo terminar la primaria
guardaba en esos doce lápices desparejos
la fuerza de su trazo por la vida.
Nos dio ese regalo como legado divino
y jamás volvimos a tener
lápices
con la punta en el amor, afilada.
© Nancy Montemurro
Etiquetas: Nancy Montemurro
4 comentarios:
Bellísimo Nancy!
Gracias!!
Excelente Nancy. Una evocación plena de ternura donde la infancia y la madre estarán presentes en eterno recuerdo, "con la punta en el amor, afilada". Bravo!!
Muchas gracias
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