3/2/25

Poema de Darío Oliva

   


CAVILACIONES

 

                   A mi hermano, Jorge Luis 

 

“Vacaciones obligatorias”,

dijo mi hermano

al extenderme el mate

como un parte con contraseñas de yerba

y resignación sombría en la cara

cariacontecida, tremebunda,

con fatiga de herrumbre,

detenidas sus pupilas

en la fantasmagórica fábrica

que escupe a sus peones a la calle,

a resguardarse de los colmillos del hambre

con sobras de un sueldo a saldos

masticado por tarjetas de crédito en rojo,

y un mundo abismal

que se les cae en los hombros.

 

Me ocupo en estas cavilaciones,

con frío de agosto en los huesos,

para robar un mendrugo de pan al insomnio,

y hacer como que escribo en un diario íntimo

que abre sus ojos a cuchillos

cuando el día llega somnoliento

y la pava rezonga

       por un sol estancado en la garganta.

 

No tarda en llegar la lluvia,

tose el reloj y se me escapa

este exabrupto de melancolía.

 

© Darío Oliva


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