Poema de María Julia Druille
“Para que muerda la vida y no me canse la muerte”
Miguel Angel Bustos
un do sostenido en mis falanges
como pájaros dolientes
galopa salvaje entre mis dedos
partes de mi cuerpo guardan silencio
pero en sordina cruje lo que articula
va hacia el embudo inevitable
la espiral de tiempo
los escombros de los días perdidos
las sobras de la pena
las escurriduras por donde caen las lágrimas
que alimentan de sal la tierra
y dejan esa sombra del polvo en los rincones
yo aguardo en las
arrugas tibias
de mis sábanas
los brazos de la aurora
el bautismo consabido
el prodigio, la inefable extrañeza
que me acerque de nuevo
al misterio del día
© María Julia Druille
Etiquetas: María Julia Druille
2 comentarios:
Magnífico poema existencial rozando / aludiendo, al misterio y su belleza
Una inmensidad este poema. Gracias.
....qué me acerque al misterio del día. ❤️🦋
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