13/1/25

Poema de Cecilia Romana

 


Entre lo dramático de querer ser su esposa

y lo dulce de dejarme estar,

yo siempre opté por el drama.

 

Mi amor hacía él no era egoísta

          –jamás lo fue–,

sin embargo, cuando me sentía acorralada,

a riesgo de parecer un hombre, me rebelaba

y lo golpeaba donde más le dolía. Yo sabía

        –he sabido,

        antes de conocerlo–,

que en los hechos no gana el más fuerte,

sino el que pega primero.

 

Con viento a favor o sin él, frente a sus incoherencias

me cerraba igual que un puño y me lanzaba

hacia adelante sin pensar,

sin pensar ni una vez,

qué era,

por qué,

cómo había conseguido que yo lo amara así,

de esa forma tan compleja, tan llena de tantas cosas,

tan infinita

y sin pensar nunca en que él

quizás

también me amaba.

 

© Cecilia Romana

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1 comentarios:

Anonymous Graciela Ballesteros ha dicho...

Fuerte versos. Me encantó la figura del puño.. bello. Cómo duele el amor.

13 de enero de 2025, 12:31  

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