Deshoras
Desierta la estación de las deshoras.
Ignorado alfabeto estalla en carteles caóticos
Los sonidos se fragmentan y huyen en bandadas.
Como un ciego estiro los brazos
para tantear el espacio
pero no hay nada
ni un rumor de agua ni un perfume
ni un pájaro que me guíe.
Es así la estación de las deshoras
y ya no hay trenes de regreso.
© Ana María Oddo
Muy contundente! Bravo!
ResponderEliminarMuy buen poema.
ResponderEliminarAbraxo.
Ana Romamo.
y ya no hay trenes de regreso.
ResponderEliminarPrecioso Ana María
gracias
abrazo
claudia tejeda