La mujer del mar
La mujer del mar
no sabe de suelo firme
respira lento y branquial
un haz de sol
para alumbrar el fondo
del fondo.
Al ánimo hundido de los dioses
lo aletea en el impulso húmedo del océano
es pez
destello
faro sumergido.
La mujer del mar
abandona las vértebras.
Nace oleaje
corriente cálida
brisa de la tarde enrojecida
lleva en la piel
sabor a sal.
Nada eternidades.
© Analía Florio
Muy bonito y casi musical tu poema acuático!
ResponderEliminarGracias🌺
Eliminarbelleza!
ResponderEliminar¡Muy bueno Analía! Carlos Morteo
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