Poema de Mirta Venezia
a veces no hace falta
más que un salto
para doblegar la ausencia
leve salto acariciándote
el cuerpo exiliado
salto que te abre los ojos
fijos en el baldío de la infancia
y a pesar de eso
te rescata del espejo
donde se hunde la tristeza
huye del desasosiego mujer
que no devore
a las flores más tiernas del jardín
esas que brotan
en la casa de la medianoche
© Mirta Venezia
Etiquetas: Mirta Venezia
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