4/9/24

Texto de Hugo Francisco Rivella

 


Mi cuerpo en el abismo balanceando jirones. Los tendones clavados al agua que me salva, el peso de mis brazos buscando la razón de la noche.

Alguien canta, Padre. Alguien pule una rosa.

He de rodar al cuenco de la mano del niño que ha perdido a su madre, a su falda de lino, al pan que aroma el sueño del mendigo dormido.

Cuelgo de tu silencio, Padre ¿Cómo entender, entonces, tu milagro?

Soy un hombre en donde la Palabra amenaza al crepúsculo.

 

© Hugo Francisco Rivella

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8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu decir ilumima la razón de los crepúsculos. Alfredo Lemon

4 de septiembre de 2024, 15:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Potencia en tu mágica palabra. Gracias. Griselda Rulfo

5 de septiembre de 2024, 6:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Palabra poética que se abre a distintos paisajes de sentido. Tan lindo leerte, Hugo. Águeda Franco

6 de septiembre de 2024, 17:35  
Anonymous Graciela Ballesteros ha dicho...

Inmneso.. una voz tan necesaria. Gracias por ese final. ♥️🦋

7 de septiembre de 2024, 16:52  
Blogger luis benítez ha dicho...

Desgarramiento y ternura en esta elogiable pieza del gran poeta salteño Hugo Rivella. Sus lectores estamos muy agradecidos! Luis Benítez

7 de septiembre de 2024, 17:59  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Genial como siempre, la poesía del admirado Hugo Rivelli, gran amigo

8 de septiembre de 2024, 11:45  
Blogger laura ha dicho...

Hermoso tu poema, Hugo.

9 de septiembre de 2024, 12:37  
Blogger Anahi Duzevich Bezoz ha dicho...

MUY BUENO, pleno de realidades.
Saludos.
anahí Duzevich Bezoz

9 de septiembre de 2024, 19:38  

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