Texto de Hugo Francisco Rivella
Mi cuerpo en el abismo balanceando jirones. Los tendones
clavados al agua que me salva, el peso de mis brazos buscando la razón de la
noche.
Alguien canta, Padre. Alguien pule una rosa.
He de rodar al cuenco de la mano del niño que ha perdido a
su madre, a su falda de lino, al pan que aroma el sueño del mendigo dormido.
Cuelgo de tu silencio, Padre ¿Cómo entender, entonces, tu
milagro?
Soy un hombre en donde la Palabra amenaza al crepúsculo.
© Hugo Francisco Rivella
Etiquetas: Hugo Francisco Rivella
8 comentarios:
Tu decir ilumima la razón de los crepúsculos. Alfredo Lemon
Potencia en tu mágica palabra. Gracias. Griselda Rulfo
Palabra poética que se abre a distintos paisajes de sentido. Tan lindo leerte, Hugo. Águeda Franco
Inmneso.. una voz tan necesaria. Gracias por ese final. ♥️🦋
Desgarramiento y ternura en esta elogiable pieza del gran poeta salteño Hugo Rivella. Sus lectores estamos muy agradecidos! Luis Benítez
Genial como siempre, la poesía del admirado Hugo Rivelli, gran amigo
Hermoso tu poema, Hugo.
MUY BUENO, pleno de realidades.
Saludos.
anahí Duzevich Bezoz
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