2/9/24

Poema de Sebastián Jaka

 


LA FONTANA DI TREVI

 

No soy pobre, no.

Cada moneda que meto en mis bolsillos

va a parar a La Fontana di Trevi.

No es exactamente La Fontana di Trevi

ni ninguna otra

engaña pichanga para los turistas.

Cuando una moneda entra en mis bolsillos es garantía de un

deseo que se cumple.

De ahí que enamorados (poetas), pobres diablos (poetas),

despechados (poetas), ladronzuelos de gallinas (poetas), y todo aquel que acuñe un

deseo ardiente entre sus tripas venga a mí con su dádiva engañosa.

Son tantas las monedas que recibo por día que tuve

que inventarme estos bolsillos mágicos

que van a dar directo a La Fontana di Trevi.

El verdadero secreto de este artilugio es que cada fin de mes

recojo las monedas del mingitorio y compro un buen whisky, tres atados de cigarrillos

un bazooka antiaéreo

drogas duras, drogas blandas

para festejar el gran acontecimiento de la vida.

La única prueba -irrefutable- de la absoluta efectividad

de este procedimiento

es que nunca, ni por asomo

ninguno de ellos ha vuelto

para asesinarme.

 

© Sebastián Jaka

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1 comentarios:

Blogger Vilma Sastre ha dicho...

Sebastián te leo y pienso en un poeta joven con un gran potencial lírico. Adelante con tu voz de la nueva generación. El remate excelente!!

8 de septiembre de 2024, 11:34  

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