Adonai
La quiere devorar
el temblor se alimenta de la sed
podría estirar la lengua hacia lo suave
la visión persiste con el deseo en alto
no hay que acercarse tanto a la llama
No haya consistencia,
falta sustancia
Dejame llegar al extremo de la cuerda
y hacer al fin
la gente apenas nota que existimos
en todo caso te ven
tan jugosa, mi mandarina dulce
mi fénix
mi laberinto
mi cuerpo fuera de mí
mi delirio
mi adonai
dejame tocar tus pies.
Movimientos convulsos
en el piso frío, tan frío
tiritar al amanecer
fumar cigarrillos negros
al borde de la cama
dejar crecer la maraña
Hasta ocuparlo todo
Y entonces, untar los
ojos en miel
y morir.
© Laura Moreno
Bello, sutil y poderoso. Me encanta, Laura.
ResponderEliminarSensualidad inquietante, muy bien planteada...untar los ojos en miel / y morir. Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarQué bueno, Lau!
ResponderEliminarUn poema de esos que además de disfrutarse por su estética , te deja pensando . Excelente!
ResponderEliminarGracias a todxs! un abrazo!
ResponderEliminarUntarse los ojos con miel, dejarse ir porque nadie nota que existimos. Brava Laura !!!
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