25/7/24

Poema de Luis Benítez

 


a un árbol incendiado en ezeiza

 

en el suelo ya flores

y hojas son los días

como el amor descuidado

por un alma salvaje

 

las llamas son pájaros que susurran en sus ramas

y mariposas hambrientas volando cada chispa

 

el mundo con ser tan grande

entero cabe en el incendio

se disuelve en el aire

se convierte en lo acre del perfume

mientras que un rostro se enciende

 

en lo encendido

abre sus ojos y nos mira

 

no entrará en la noche

sin llevarse algo de nosotros

y como en un sacrificio antiguo

el que enciende el fuego por la tarde

es lo que humea al alba todavía

 

qué veloz es su bala que nos atraviesa

hasta llegar a la primera juventud y sigue

para matar al niño que se nos parecía

 

© Luis Benítez

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Además de lo que Benítez produjo como narrador, ensayista y en el campo de la investigación y la difusión de la poesía entre nosotros; su impronta y su voz se inscriben y distinguen profundamente en el entramado luminoso de la poesía argentina. Alfredo Lemon

26 de julio de 2024, 7:23  
Anonymous Mirta Venezia ha dicho...

A veces la belleza del fuego puede escribirse

27 de julio de 2024, 15:53  
Blogger Ana Victoria ha dicho...

Lo que persiste después, lo no devorado es el poema.

27 de julio de 2024, 19:14  
Blogger Silvia Susana Durruty ha dicho...

Maravilloso poema Luis Benitez

28 de julio de 2024, 16:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello y triste como el ayer perdido cuya evocación, sin embargo, persiste en el incendio.

29 de julio de 2024, 9:19  

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