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17/7/24

Poema de Luis Bacigalupo

 

 

llevo la corbata muy ajustada al cuello

 

de manera de no perder el dominio del aire

que respiro ni el raudal espeso de mis palabras

la escasez de ambos elementos interactuantes

en una huera, aunque ilustre conversación

me dispone a administrar mis recursos

con una mezquindad magnánima

tan parecida a la prudencia

 

es una corbata de ocasión que compré

en la carnicería del mercado municipal

donde colgaba sus atributos de un gancho

entre una untuosa pierna de cordero y unas

esmirriadas ristras de chorizos de cerdo

 

era blanca como el jazmín del Cabo

y casi tan inmaculada como una hostia

 

lucía entre la pierna y la ristra

radiante

              virtuosa

                            repentina

conforme lucen

                            las epifanías

 

fue entonces que resolví la compra

ya que pronto había de tomar

mi Primera Comunión

 

desde entonces la cretina no se dignó

soltarme el cuello

 

desde entonces fui arrastrado a su antojo

sin compasión

                       como un perro sarnoso 

                                                y ciego

 

© Luis Bacigalupo

3 comentarios:

  1. Luis, qué buen poema. La tristeza, la burla, la compasión. Un abrazo!

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  2. Me gustó mucho, gracias.
    Anahí Duzevich Bezoz

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