Desde los oscuros callejones de la Edad Media,
tememos la peste, las manchas en los muros,
las póstulas en las manos
y el temor como tenaza en la sed.
¿Por qué no tememos un plato vacío
en la mesa desierta de un niño,
el hambre indómita que flagela la piel pequeña,
el hambre que reseca el futuro
y lo desbroza,
el hambre que siembra fantasmas
en el porvenir inocente?
© Patricia Coto
Bienvenida Patricia a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneas/os. Abz, Gus.
ResponderEliminarBellísimo y triste poema que denuncia la realidad! Olga Edith Romero
ResponderEliminarQue belleza....esta poesía de la realidad. Es verdad ....es un espejo al Medio Evo. Gracias un gusto leerte . Bienvenida Patricia
ResponderEliminarMuy bueno Patricia! Ls realidad signada por el hambre. Y el niño que la padece como un anticipo de un cruel futuro. Felicitaciones Patricia! Héctor Ghidini.
ResponderEliminarMaravilloso. Gracias
ResponderEliminarFuerte, real, doloroso.
ResponderEliminarBienvenida!
Maria Gabriela Micolaucich
Muy buen poema, bienvenida Patricia a este hermoso rincón de Gustavo!!!
ResponderEliminarBello. Beso enorme.
ResponderEliminarBienvenida Patricia.
ResponderEliminarReal y foloroso tu poema.
Abrazo.
Ana Romano
Bienvenida Patricia. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBienvenida y hermoso poema.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Duro, pero excelente.
ResponderEliminarEs necesario que el poeta denuncie cada realidad. Felicitaciones. Miry Sarkis.
ResponderEliminarBienvenida!!!
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