26/6/24

Poema de Inés Legarreta

 

 

Por mucho que nos arreglemos

collares colores zapatos con plataformas

o taco aguja

aun cuando en algunas

de atrás el cuerpo pueda

simular

de adelante la cara no miente

nadie de 60 parece de 30

menos aún con botox en los labios

ácido hialurónico en el entrecejo

hilos de oro en las mejillas estiramiento en la papada

 

la cabeza empieza a verse desnuda

el pelo finito se abre y el sol penetra donde antes

vivía una cabellera frondosa

 

y así la gordura de los muslos y las caderas

y así las manchas en las manos las várices o la desviación de la columna

 

entonces

mirás una foto de tu madre

 

¿a medias reflejo? ¿se superponen?

¿quién? ¿vos o ella?

 

© Inés Legarreta

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6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu poema ya llevando con maestría al lector lentamente sintiendo el paso del tiempo y sus huellas...Después concluye con preguntas donde las imágenes de madre o hija (acaso) se juntan o confunden. Muy logrado Inés. Alfredo Lemon

28 de junio de 2024, 12:43  
Blogger A CIERTA HORA (blog) ha dicho...

Muy bueno, Inés, el tiempo es incorruptible.

30 de junio de 2024, 8:30  
Anonymous Pauli ha dicho...

Muy triste,Inés,pero cierto. Tu poema expresa muy bien la crueldad del tiempo.

1 de julio de 2024, 12:56  
Blogger Ines ha dicho...

Muchas gracias, Alfredo, A cierta hora y Pauli. Abrazo, Inés.

2 de julio de 2024, 16:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Durísimo. Un poema que nos convoca con la literatura propia de Inés.
Un final excepcional.

2 de julio de 2024, 18:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Stella Maris Soria

2 de julio de 2024, 18:20  

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