27/5/24

Poema de Alicia Waisman

 


 

Una vaquita de San Antonio camina

por una pared de ladrillos

iluminada

con los cantos de los monjes.

La miro perderse,

apenas un tenue punto rojo   

se desliza, vivo, por la arcilla

que en otro tiempo

no fue lo que es.

Otras manos

- distintas de las que hoy imploran-

fabricaron los ladrillos         

otras los apilaron   

con orden y cemento.

 

Ella camina, diminuta,

ajena al  trabajo 

y al canto religioso.

 

El mundo de las cosas

y la vida

se esmeran en su contradicción.

 

© Alicia Waisman

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy buen poema, con un remate de antología.
"El mundo de las cosas /y la vida/ se esmeran en su contradicción"
Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

28 de mayo de 2024, 9:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias, Alfredo Lemon

2 de junio de 2024, 12:00  

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