Poema de Gabriel Francini
Después del viento frío
que muró el camino
de nuestros cuerpos,
después de las raíces enterradas
y los astros petrificados
y las miradas perdidas,
una brizna, una brisa, un pequeño
rayo de sol, augura sorpresivo
un mundo nuevo entre fragmentos
que son pedazos de espejo.
Ahora respiramos, hablamos
con los fantasmas más reales
y la esperanza es la mano
que nos ofrece la huida,
nos abre la carne del alba.
Y entonces nos preguntamos
la eterna pregunta que se oculta
en cada paso del día.
© Gabriel Francini
Etiquetas: Gabriel Francini
1 comentarios:
Te leo y me hago preguntas también. Hermoso poema.
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