15/4/24

Poema de Alfredo Rescia

 


La muerte disfrazada de nadador.

La última bocanada de un ahogado.

La diplomática muerte del agua.

 

Nada del sol

que me tocó en la frente,

ni el zorzal

profundo de monte.

 

Sólo el viento

que le dio caderas a la arena.

 

Las islas

ancladas en la lluvia.

 

Y el vino

que canta su coraje

en las botellas.

 

Sólo la noche

que brilla

en los espejos

de un faro desmantelado.

 

El esquemático invierno.

Este silencio

donde ninguna rama

a crujir se atreve.

 

Este silencio

donde soy:

Un trapecista sin redes

en la vigencia del salto.

 

Exclamación de pirueta errada.

 

El miedo de un niño

llorando en la noche.

 

© Alfredo Rescia

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Buen poema Alfredo.
Abrazo.
AnA Romano

21 de abril de 2024, 11:57  

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