Poema de Marita Rodríguez-Cazaux
DESTIERRO
Tenaz melancolía
en el vertice escarpado del ojo.
El reloj enajena
un diapasón de lejanía.
Y la perpetua longitud de las ausencias.
Vacía,
tirita la hora de la ausencia.
No hubo otra hora.
Sólo ésta,
atada a mi cuello como una piedra.
© Marita
Rodríguez-Cazaux
Etiquetas: Marita Rodríguez-Cazaux
6 comentarios:
Mil gracias Gus, por tu enorme generosidad para con los colegas. Una demostración de infinita cercanía para todos nosotros, siempre con exquisita excelencia en editar, ilustrar, seleccionar, promovernos. ¡Gracias!
Muy bueno,Marita.Cariños.Patricia Graziadei
Gracias Marita por tu poema un abrazo grande alba
Hermoso María!!!
Hermoso y sensible decir!
Besos, Marita.
Patricia Alonso.
Muy hermoso, Marita! Gracias!
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