Mi pueblo pequeño
me espera
distraído
y quieto.
¿Y quién soy yo
para mover
nada de esta calma,
anterior a mí,
una pronunciación
de mí mismo,
una manera
anónima y plural
de no ser,
de ser apenas
parte del ciclo
de las estaciones,
de las partidas,
las llegadas,
los lamentos,
los lentos saludos
francos,
la muerte entera
natural y profunda,
la vida pura
y bruta,
los ojos mismos
del tiempo
descubierto e ido?
© Néstor Fenoglio
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