Notas sobre el desajuste
No es la hora
El reloj ha dejado de funcionar
a partir de este momento
dos veces al día
se entera sin sorpresa
del instante preciso:
lo marca
Cuándo dejamos de ser
los amantes de Chagall
en cielos de verano
querida dice
Cuándo aprendimos
a controlar todo
firmes cabeza y cuello
a mantener en equilibrio
las proporciones
de la razón
cuándo
querida dice
La hora no es
Desde cuándo conocemos
tanto silencio
en su exacta redondez
(blanco de tiro
donde descargar sólo ira)
sin romperlo querida
dice
No es la hora
De qué dolor venimos
Hacia qué herida vamos
Acaso alguien sabe
a dónde queda
el minuto treinta y siete
querida dice
la hora no es
Por eso es mejor
no llorar todavía
© Sandra Gudiño
Gracias poeta querido! Abrazos litorales!
ResponderEliminarBello, doloroso y triste poema, Sandra!! Me recordó mucho al tremendo y triste "Le pétit déjeuner", de Prévert... Es tan triste cuando sos mujer y pasás por esas etapas... En fin... Todo tiene un principio, un desarrollo y un fin... A veces no... No sé cómo hacen los que no. ¿Habrá que pedirles la receta?
ResponderEliminarHermoso!!!gracias Sandra!!
ResponderEliminarSandra querida poeta...hermoso leerte en este blog. Como siempre me llega tanto tu poesía. Abrazo!!! Aura Re.
ResponderEliminarQué espectacular Sandra!!!
ResponderEliminarMuy bueno, Sandrs. Abrazo. Fabiana León
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios! Abrazos litorales!
ResponderEliminarDoloroso y lúcido este poema que retrata el desgaste del amor en la pareja. Maravillosamente bien estructurado.
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