Poema de Sonia Rabinovich
París,
el verde muelle de plaza gigantesca
entre Concorde y Eiffel.
Dejá tu mano, allí, justo entre tanto
hierro apilado
hincando el cielo
y tanta cúpula y árbol contra el Sena.
Dejá tu mano en la curva donde dobla
la fuerza de mi sangre,
en el puente de piel entre el hombro y la
cara.
Déjala
que descanse
mientras mi pelo se enrama entre tus
piernas
y escuchamos la vida acentuada en francés,
mientras intentamos detener
como en las fotos
el instante.
© Sonia Rabinovich
Etiquetas: Sonia Rabinovich
6 comentarios:
Trés bien! Merci!...
Bellisimo!
Nuestra hermosa Poeta Sonia!
Ya nos tiene acostumbrados a su dulcisima poesía.
Glamour Belleza y Sensualidad poética. Gracias
Sonia, qué lindo. Se escucha la música en la mano, en el pelo, en el poema.
Gran final, Bello Bello!!
Preciosísimo. Abrazo!
Stella Maris Soria
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio