mi padre se parecía a los caballos
que el abuelo herraba
en el final del terreno de la casa
fortaleza y libertad
impaciencia de potro frente al campo
yo imitaba su furia en un cuaderno oscuro
un imperfecto ser sin cascos ni músculo
donde la frágil cabalgaba
por antojo de imitar lo que hacía su padre
con el día
y fui la perfecta contracara
la moduladora del vacío
él me enseñaba el vértigo de sol a sol
el morro
yo controlaba el trazo del papel
él modelaba la mezcla sobre el ladrillo
yo agregaba a la hoja
la tesitura grave
la fuerza de lo que estalla en soledad
© Susana Slednew
Preciosa tu poesía Susana
ResponderEliminarPlacer leerte.
Gracias!
Ese recuerdo trotador...hasta "la fuerza que estalla en soledad". Bravo Susana, saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon
ResponderEliminarProfunda y bella tu poesía. Griselda Rulfo
ResponderEliminarHermosa y magnífica tu poesía Susana! Gracias! Claudia Molina
ResponderEliminarProfundo poema, voy imaginando la concepción hacia uno y otro lado. Nora
ResponderEliminarTodo lo que el padre pasa al hijo sin decir, todo lo que el padre del padre pasa sin decir. Hermoso el poema. Gracias
ResponderEliminarMuy buen poema Susana!
ResponderEliminarLa contracara perfecta. Graciela Barbero
ResponderEliminarGracias por la lectura y estos comentarios. Susana.
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