Miras la ventana y la ventana es solo un
punto de referencia para ti, como alguien que contempla. Afirmas, pues que
existes ahora en la mirada o al menos en el objeto que recoge los ojos y los
vuelve hacia dentro. Pero sabes también que la ventana es solo una trama de
lenguaje, una convención para mirar afuera pues habitáculos hay sin ventanas y
aún así son. En la palabra ventana entonces se depositan todos los elementos
del balasto que forman un raíl para trasladar sus distintos y superpuestos
significados. Ventana es, pues, si lo deseas una forma de decir exterior y así,
si cierras la ventana niegas el vínculo con la alteridad que te sirve de
espejo. Cierras la ventana y sobre su cerrazón construyes la urdimbre de
abandono que sirve de base a la mirada y te escudas en ella. Una ventana, una
ventana cerrada, dices. Y comienza el poema.
© Luis Luna
Tu magnífico describir poético a partir de observar una ventana. Muy logrado Luis. Gracias! Alfredo Lemon
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