Poema de Gladys Alazraque
MI BARRIO
Bajo los cielos de tres mudanzas
la partera cerquita de la casa
mi ombligo se hizo nudo
se hizo de barrio.
La bandera en alto
la escuela Del Alto - la frente en alto-
el eucaliptus más alto y Zoila
maestra raíz y techo
chapa de zinc de los Palacios
hoy supermercado.
Dobla la Pedro Zanni el 160
bajada al cementerio
lleva la voz del canillita
hacia la constelación del otro lado
llaves quedan atrás del norte.
Las del cielo de mi rayuela
la lluvia de mojarse los pies
cuando está oculto el cordón de vereda
chapoteando y navegado de tiempo
voy en el barquito de papel.
Huellas de escapadas
al barranco de la umbilical esquina
Vieytes y Caseros la casa abandonada
a la
fragancia de los paraísos
boluquitas cerezas de las tortitas de barro
horneadas con el sol de la siesta.
Sin una larga separación
invitan los gastados techos amables.
El baldío con silencios de cardos lilas
augura la fábrica de perfume inalcanzable
hoy escuela.
Don Enrique construye su casa rodante
quiere ver más cielo
pero en época de dictadura
no hay cielo sólo oscuridad muda
y yo
ahí.
Aun en batallas de años vividos
con el terror al camión de la perrera.
Con el peso del deseo sin prisa
la Pocha tiende la ropa al sol
y conversa con Luchy por la medianera
la Tunina cose y regala menta.
El tiempo que lo pensé pasado
es hoy amparo.
Las hermanas delgadas hartas
de campanadas llenas de ortografía
enseñan decoro y al algarrobo
de Duarte Quirós y Vélez
de tanto dar vueltas los niños
le crecieron rejas.
En la calle León Pinedo
ahí por donde gira el tranvía
donde la vía se hace curva de la vida
vuelve a tropezar el comienzo.
A Jesús el loquito hijo del zapatero
a la higuera y al huevito del gallinero
por su inmortalidad los veo
todo tan real como un buen sueño.
Como el numen de los goles celestes
generosidades del tiempo
vuelvo a Echeverría y 9 de julio
Meneca a tules de letras le da música
y danzan las infinitas promesas.
Inhalo niñez de la panadería Esmeralda
de la rotisería Altas Cumbres
puedo respirar más hondo
y oler los churros calentitos de la feria
franca.
Jugarme la plaza Jerónimo Del Barco
en la hamaca de madera cadena de hierro
y la mano de un padre que empuja
más fuerte por favor hasta el cielo
hasta los tres cielos de Alto Alberdi.
© Gladys Alazraque
Foto enviada por la autora del poema
Etiquetas: Gladys Alazraque
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