3/3/23

Texto de María Gabriela Micolaucich

 


Aprendí que para que me amen no hace falta ser rosa de ningún jardín, que las margaritas son ilusas y sufren su designio sobre amor, y que yo    sólo giro_soles    de la mañana a la noche…

Aprendí que a los jazmines se los corta enamorados y se los tira cuando se arrugan sus pétalos, aunque tengan su perfume a eterno pimpollo por dentro, intacto…

Aprendí que las lavandas sólo las usan porque calman, y perfuman a los sueños, aunque sean solitarios, sin amor…

Pero siempre supe que sin perfume y pequeña en mi alma vive un nomeolvides que renace cada día, sin marchitarse, haciendo cosquillas azules por dentro, con las que mis dedos y mi corazón hacen poesía, con mi propio amor, y sin dejar de girar adorando mientras escribo, al sol…

Aprendí de las flores que todas son bellas, en su forma y color, en su aroma, y eternas aunque se marchiten, son únicas e irrepetibles, como nosotros, como el amor…

 

© María Gabriela Micolaucich

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7 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso, Gaby. Cómo vos!!!

4 de marzo de 2023, 10:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bueno. Colorido y sorprendente. Alfredo Lemon

4 de marzo de 2023, 11:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Agradecida por siempre Gustavo Tisocco, querido Poeta🙋🏼‍♀️😘

4 de marzo de 2023, 13:31  
Blogger Adriana ha dicho...

Muy lindo texto. Beso grande

5 de marzo de 2023, 17:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso María Gabriela!

7 de marzo de 2023, 8:59  
Anonymous Pauli ha dicho...

Por suerte existen las flores y su poderoso consuelo.

8 de marzo de 2023, 12:22  
Anonymous Margarita Soto Frossard ha dicho...

Hermoso Gaby.

18 de marzo de 2023, 17:20  

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