8/3/23

Poema de Mariana Finochietto

 


Hija,

las mujeres de nuestra sangre

cantan

cuando quieren llorar,

y cosen largos ruedos desprendidos

con hilvanes de lluvia.

Pasan días al borde de sus hombres;

cuando se van

inician la nostalgia del fuego.

Asumen que no saben de fragilidad,

porque no tiemblan al quedar desnudas.

Mientras pasa la vida, se peinan y despeinan

la larga trenza

ceñida al cuello.

Hija,

yo, que no tengo nada,

te regalo el don de la inusual.

Coronate en la selva,

bailá sola en la orilla del mundo.

Pagale al desamparo su moneda.

Temblá de miedo,

de inocencia,

de coraje.

Y que aúllen los lobos

festejando

tu orgullo de mujer recién venida.

 

© Mariana Finochietto

Etiquetas:

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre es un placer leer a esta autora. Gracias por tu poesía.

10 de marzo de 2023, 23:24  
Blogger Sonia Rabinovich ha dicho...

Bellísimo este poe.a Mariana!!! El mejor legado para tu hija
Sonia Rabinovich

12 de marzo de 2023, 12:41  
Anonymous Belkys Sorbellini ha dicho...

Qué maravilla tu poema!
Es una joyita. Tiene tantas bellas imágenes!!Gracias

15 de marzo de 2023, 10:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

gracias por tu poesía es siempre hermoso leerla un abrazo alba estrella gutiérrez

15 de marzo de 2023, 10:38  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy buen poema , bellas imágenes y mejor mensaje.
Cariños
Juany Rojas

17 de marzo de 2023, 20:01  
Anonymous Alfredo Rescia ha dicho...

Siempre en sus textos encuentro poesía.

2 de abril de 2023, 16:52  

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