13/2/23

Poema de Marta Ortiz

 


 

Atalaya

(2020)

 

No es que no extrañe

los abrazos de carne y hueso

ni que prefiera los cuadraditos del Zoom.

Tampoco es que no sienta nostalgia

de caminar bajo el sol

del café en el bar

ni que me reconozca otra

circulando sin detenerme

con el frasquito de gel

y una máscara.

 

Ni siquiera porque me haya cruzado con ese hombre

que arrastraba un colchón

su bolsa entrechocaba cacharros

o porque el estrépito permanece y

contamina mis pensamientos.

 

No es eso.

 

Es que sólo puedo hablar de pájaros

de avistajes sonoros en mi atalaya  

mi finis terrae- balcón.

De su polifonía puedo decir

su canto preciso y libertad de vuelo:

líneas flotantes, cruces

geometría de tinta china.

 

Incluso de los geranios puedo hablar:

la eclosión del rojo

cuatro o cinco macetas

libres de seguir dando flor:

últimos días de mayo

y parece primavera.

 

© Marta Ortiz

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2 comentarios:

Blogger Virginia Segret Mouro ha dicho...

Aunque de maneras diferentes, todes, alcohol y barbijos, hemos sufrido. Gracias por el.poema

14 de febrero de 2023, 9:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello poema Marta! Un abrazo!
Mariel Monente

19 de febrero de 2023, 0:07  

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