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9/12/22

Texto de Eugenia Cabral

 


Carta fechada en viernes, día de transmutaciones mágicas 

 

En esta gris colgadura de viernes, huele a agua de lluvia contenida en cántaro de arcilla.

He acariciado la fotografía de mi madre, su collar de vidrios, he caminado por el patio hasta develar la razón de esta inquietud como se descubre un párrafo asombroso. Urge preguntarte si las manos del poeta son hermafroditas…

Mi mano masculina ama los impulsos de la mano femenina, su exasperante ansiedad, su olor a flores.

¿Habrá de percibir algún amante polisexuales furias y voluntades?

¿Cuántos sexos tienen las manos, los ojos; qué hormona vitaliza la filosofía?

Cuando éramos muy jóvenes, el sexo era cosa de camaradas.

Nuestra muerta canción nos instigó a pedir disculpas.

Hay una larga fila de mendigos aguardando a la orilla del mar.

Tengo miedo, te confieso, de formar fila en la playa buscando en mi sombra el espejo del ser.

Toma por favor esta carta, cuando la leas, entre tu mano de morir y tu mano de existir.

 

© Eugenia Cabral

7 comentarios:

  1. Ay poeta! Cuánta sugerencia y belleza en cada atisbo de pregunta no dicha.!

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  2. Texto magistral Eugenia. Felicitaciones por tu premio Horacio Armani de la Fundación Victoria Ocampo 2021. Abrazo grande, Alfredo Lemon

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  3. hermosas esas manos, Euge!

    gracias

    abrazo
    Claudia

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  4. Entre tus manos se deslizan estos versos y la palabra sostiene en imágenes la belleza.
    Muy bueno!

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  5. Hondo poema. Gracias.

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