Desamparo
El eremita cruza
de una calle a otra calle.
Entiende poco,
no me contesta.
Mirada torva clavada en el osario.
Él carga un arcón de la desdicha.
Detrás de las barrancas encerró su casa
oscura.
Encanece oculto,
al amparo de veletas que coagulen
el pellejo harapiento de sus pies
descalzos.
© Alejandro Cesario
Tremendo poema! Pleno de imágenes!!
ResponderEliminarPatricia Alonso.