Texto de Eugenia Cabral
Para una estética de la violencia
Odio las flores. Son como mujeres casadas.
El ocio de las flores. Su manera de abrirse
a los labios de las abejas.
Mastico flores con furia. Les muerdo los
cuellos tensos, los pezones de colores, las bocas fragantísimas. Les hundo la
lengua hasta la raíz de la savia.
Diseco las flores. El odio a las flores.
Mueren ahí, sin agua, en el jarrón. Algunas, después de muertas, siguen
perfumando.
Mastico el vocablo flores. Es trabajoso.
Disléxico.
Mastico tus flores, las muerdo, las escupo,
las beso, me relajo, me duermo, me muero, me estoy durmiendo, muriendo. Huelen
a madre, esperanza, calabaza, ají, noche, seda, manos.
Las benditas. Las impuras.
© Eugenia Cabral
Etiquetas: Eugenia Cabral
2 comentarios:
Eugenia poderoso poema. Me arrastra a un mundo bajo la piel.
Tremendo poema!!!
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