Calle
Segundo cordón,
anillo que te prensa, te estruja.
Su mujer y sus cinco hijos,
su petate con la ropa, su virgencita
y sus bártulos.
Arrastra los pies, pisa la tiza del duelo.
El barro la espera, los ladridos
y las lluvias penetrando el techo.
Rabia.
Destierro.
Jornal halado.
Dos hijos enterrados.
© Alejandro Cesario
Fuertísimo, Alejandro! Felicitaciones por poner palabras a la extremidad! Abrazo! María Cecilia Piscitelli.
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