Poema de Inés Legarreta
Entre tules y sombra la palabra que no nos
dijimos
el grano de sal
están mi madre y un amante y un niño
perdido
sentados a la orilla de una nube morada
como si se conocieran de mucho tiempo
y de la nada
hondura de la sangre / jaula de los otoños
De la boca se le escapan hierros / lágrimas
grandes/ cascotes
crece una tela blanca la tela de las vendas
llega hasta el mármol-barro y se rompe
como si fuera lluvia
como si vistiera
y desvistiera
en sudario
el cuerpo
y el grito
otra vez.
© Inés Legarreta
Etiquetas: Inés Legarreta
11 comentarios:
La ternura a la que nos acostumbró Inés. ¡Gracias, poeta!
Contundente, sugiere mucho, gracias Inés! Alfredo Lemon
gracias un abrazo en la palabra y el afecto
alba
Muy buen poema. Sugerente.
Ana Romano.
Precioso, Inés, un poema que se va haciendo silencio y, a la vez, permanece! Paula Novoa
Muchas gracias, amigos y amigas, por los comentarios. Abrazo, Inés.
Esas viejas heridas que no curan, "otra vez". Un abrazo, querida Inés. Elena S. Eyheremendy
Inés, me gusta mucho este poema yhay palabras y frases que me embelesan, un abrazo!!
Bellísimo poema, Inés. Voces enlazadas en jaulas de otoño, mientras la lluvia grita otra vez. Felicitaciones con abrazo desde Mar del Plata.
Gracias, Susana , Elena y Olga, por los comentarios. Abrazo. Inés
Hermoso poema!. Abrazos Inés
Leonor Mauvecin
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