3/6/22

Poema de Daniela Camozzi

 


Donante a su extraccionista

 

Manejás una aguja colchonera,

el mismo ojo abismal de la que uso

para que mi visión deshecha pueda

descansar algo. Así vine hasta acá,

sin nitidez, en un impulso que

quizá es tardío, te explico, y en lugar

de una voz amigable, oigo un rugido:

abra y cierre la mano,

no hable, solo bombee.

Y me convierto en un

corazón arrítmico.

Pero no esconderé

la pena en el silencio

como hacen los otros.

Fingiendo que esta entrega

es un trámite más.

 

© Daniela Camozzi

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bien escrito, poetizar esa instancia y hacerla conciencia estética, me encantó. Alfredo Lemon desde Córdoba

4 de junio de 2022, 12:25  
Blogger Adela ha dicho...

Aplausos! Adelante!

4 de junio de 2022, 21:37  
Blogger Adela ha dicho...

4 de junio de 2022, 21:37  
Blogger Ines ha dicho...

Muy bueno: el bombeo de la sangre, la agresión y lo no dicho. Abrazo, Inés Legarreta.

5 de junio de 2022, 11:34  
Blogger Esther Pagano Merkert ha dicho...

Muy bueno Daniela!!!!

11 de junio de 2022, 16:02  

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